Los gatos tienen un espacio individual, de forma mas o menos circular y con diferentes áreas de distintos niveles de acercamiento, que se extienden desde la periferia hacia el centro. Este área es la llamada EXTENSIÓN DEL HOGAR, y sus diferentes niveles de acercamiento son: DISTANCIA DE PELEA, la cual es una línea solo existente en la mente del gato, pero bien definida para el animal, que al ser traspasada por un gato extraño lleva al gato propietario del territorio a iniciar demostraciones de amenaza. Dentro de la extensión del hogar existe un área más pequeña, el TERRITORIO PROPIAMENTE DICHO que es aquella zona o área que el animal defenderá activamente contra extraños de su misma especie. Incluída en el territorio se encuentra la DISTANCIA CRÍTICA. El gato tendrá que estar desprevenido para permitir a un extraño llegar hasta su distancia crítica. Las áreas más cercanas al gato son las DISTANCIA SOCIAL Y PERSONAL. A estas distancias solo les es permitido llegar a gatos conocidos y con los que el propietario del territorio tiene una relación amigable, y a individuos de otras especies a las que el animal no tiene miedo por haber estado en contacto con ellos durante su etapa o período de socialización.
Cosas que pueden molestar a tu gato
Muchas cosas pueden afectar su estabilidad e impactar en el comportamiento de los gatos.
Por ejemplo, cada vez que mueves los muebles o compras de nuevos, haces una limpieza a fondo, reformas, bricolaje… Esto puede eliminar los “mensajes de tranquilidad” que deja tu gato y hacer que no se sienta en su hogar.
Cuando esto sucede se desorientan y el comportamiento de los gatos se ve alterado: en su lenguaje felino, este es un signo de malestar.
Otras cosas que pueden afectar la felicidad de los gatos son el exceso de comida, la calor, el agua, el arenero, la atención y la competición en el hogar con otros gatos, así como las visitas.
Los gatos adoran al estabilidad. Si tu gato ha estado fuera durante un tiempo (por ejemplo, después de estar en una residencia o una clínica veterinaria), puede que se sienta un poco perdido al volver a casa. En realidad, ¡todo sus “mensajes de tranquilidad” habrán desaparecido durante su ausencia! ¡Simplemente no reconocerá su propio hogar!
Probablemente el mayor cambio que puede sufrir un gato es una mudanza. Después de la mudanza incluso tu mismo te puedes sentir un poco perdido. ¡Tu gato también! Entrar en una casa sin ninguno de sus “mensajes de tranquilidad” en las paredes o muebles les crea un gran estrés. Esto puede afectar al comportamiento de los gatos haciendo que se escondan más, o incluso que empiecen a marcar con orina o arañar en lugares no deseados.
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